lunes, 5 de mayo de 2014

La Biblia

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." (2 Timoteo 3:16-17)

En mi entrada anterior, me había olvidado de la Biblia. Y es que es demasiado importante como para pasarla por alto, pero merece una entrada.

Porque sólo a través de la Biblia podemos conocer a Dios y Su voluntad. A través de la Biblia, Dios habla a nuestras vidas, y Su Espíritu hace que Su Palabra cobre vida en nosotros los creyentes.

Tan importante es la Escritura, que nuestro Señor Jesucristo recurrió varias veces a las Escrituras que tenía disponibles en el tiempo en que vivió entre nosotros (el Antiguo Testamento), ya sea para referirse a sí mismo como el Mesías que estaban esperando los israelitas de la época, como también para demostrar el error doctrinal en que incurrían los religiosos de la época (que incluso preferían seguir sus propias tradiciones humanas en vez de dejarse examinar por las Escrituras), e incluso para reprender al diablo cuando éste le tentó en el desierto (el diablo también había usado la Escritura para tentar a Jesús, más específicamente usó versos del Salmo 91 con fines perversos; esto nos demuestra que la Biblia puede ser usada para mal, si uno no recurre a la Palabra con la asistencia del Espíritu Santo).

La Biblia, en su contenido, nos enseña: el principio de la creación, la historia del antiguo Israel, la Ley de Dios, promesas, alabanzas, profecías, la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, el nacimiento de la Iglesia, la forma cristiana de vivir y el destino final de creyentes e incrédulos. Y lo que deja entrever es el amor de Dios hacia la humanidad, y su justicia y misericordia.

La Biblia da testimonio de Jesucristo (Juan 5:39). Esto se demuestra a lo largo de todo el Nuevo Testamento, citando varias veces el Antiguo para demostrar que Jesús es el Mesías que había sido prometido.

La Biblia se debe escudriñar (Hechos 17:10-12), es precisamente lo que ordena Jesucristo en el versículo anteriormente mencionado. Los bereanos tenían clara esta ordenanza y comparaban los hechos en curso con la Escritura disponible.

La Biblia es inspirada por Dios, es por sí sola suficiente para la preparación y perfección del hombre de Dios, y da sabiduría para la salvación (2 Timoteo 3:14-17).

La Biblia es escudo y es limpia (Proverbios 30:5)

Hacer la Palabra de Dios conlleva vida y bienaventuranzas (Lucas 4:4, 8:21, 11:28).

La Biblia es viva y eficaz para discernir hasta lo más profundo del corazón del hombre (Hebreos 4:12)

La Palabra no pasará (Mateo 24:35, Marcos 13:31, Lucas 21:33)

Y por último, hay castigo tanto para el que le añada como al que le quite a la Palabra de Dios (Apocalipsis 22:18-19).

Cabe señalar que la Biblia contiene 66 libros canónicos, 39 son del Antiguo Testamento, y 27 del Nuevo. Hay versiones que incluyen los llamados escritos apócrifos, o deuterocanónicos, pero éstos no son inspirados por Dios. De éstos me queda decir que tienen errores históricos, y horrores doctrinales.

Para el Señor sea toda la honra y la gloria por siempre. Amén.

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